Lectura activaExisten tres objetivos principales para leer: el primero, por diversión o por placer; el segundo, para adquirir información, y el tercero, para ampliar nuestra comprensión.
Cuando leemos un libro para pasar un buen rato y por puro gusto, no hay nada más que decir. Si es un feliz pasatiempo, sólo podemos envidiar al lector. No tendría sentido ponerle reglas ni intervenir en lo que ya es una felicidad. Pero quienes leen para adquirir información, y sobre todo, para adquirir comprensión, deben procurar hacerse lectores más activos. Leer siempre exige al menos un mínimo de esfuerzo. Este esfuerzo, por pequeño o grande que pueda llegar a ser, es el que tantas personas se niegan a realizar, y por eso tenemos tan bajos índices de lectura. Casi todo mundo sabe que debe leer más; pero pocos reúnen la fuerza de voluntad necesaria para hacerlo. Ni siquiera la gente que ha acudido a la Universidad, y que supuestamente ha recibido una educación superior, adquiere siempre el hábito de la lectura.
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"No hay aprendizaje alguno sin la participación activa de quien aprende".
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